¿Qué es ser mujer?
Feminismo, perspectiva de género, TERFs, mansplaining… revolución y privilegios. En efecto, un debate abierto que causa brechas en la sociedad.
La Marcha Mundial de las Mujeres, y coloquialmente dicho, feminismo, es el movimiento social internacional más importante de este último siglo. Los privilegios de género siempre han existido y seguirán existiendo mientras la educación patriarcal siga estando en pie. La lucha de mujeres y hombres aliados a la lucha, ha hecho poner en duda todos y cada uno de nuestros valores e ideas percibidas desde pequeños pero, ¿Qué es ser mujer?
A diario nos explican qué es ser mujer, y a diario son hombres los que lo hacen. En 2014 Rebecca Solnit, escritora estadounidense, publicó el libro “Los hombres me explican cosas”, en el que exponía cómo los hombres muestran una autoridad que no se han ganado para hablar sobre que conlleva ser mujer, mientras que las mujeres han sido educadas para aceptar esa realidad sin cuestionarla, acción que se conoce como mansplaining. (Fuente de la imagen:Capitán Swing)
¿Por qué el mansplaining es machista?
La socialización femenina previene de exponer opiniones que no son populares, se autocensuran para no generar conflictos, y eso viene dado por el megáfono privilegiado que han tenido los hombres en la sociedad patriarcal. El mansplaining lo que hace es seguir brindándoles ese megáfono. “Los hombres explican qué es ser mujer de manera paternal, infantilizando a las mujeres por que se supone que necesitamos de la supervisión masculina para entender distintas dinámicas” explica con tono irónico Ángela González, activista feminista de Zaragoza y una de las organizadoras del grupo feminista de la Universidad de Zaragoza. En la manera que los hombres se atribuyen el derecho a explicar los roles de género sin citar a las teóricas feministas de dónde han sacado esas ideas, lo único que hacen es invisibilizar a las mujeres que han escrito sobre ello y aparte, liderar un movimiento que no les pertenece, es decir, en un intento de apoyar el movimiento lo único que hacen es quitar voz a las mujeres. "El feminismo tienen que liderarlo las mujeres porque las mujeres son las personas oprimidas y de dónde ha salido el brazo que lucha, el resto es perfomance", afirma con rotundidad Ángela.
Fuente: El País.
Laura Freixas, escritora, afirma: “Los hombres que se atribuyen el movimiento o intentan liderarlo dañan al feminismo”. ”Ellos no tienen que gritar por nosotras, deben callar para que nuestra voz se escuché “, añade Laura. Así lo declara en su libro: “A mí no me iba a pasar”, donde da a conocer las dificultades de una mujer para desarrollarse profesionalmente mientras intenta ser madre en un ambiente patriarcal.
Otra manera de definir el mansplaining es, la violencia simbólica. El 2 de diciembre de 2020, Eugenia formó parte de la las Jornadas Complutense hablando sobre este tema. La violencia simbólica es un mecanismo que en muchos casos puede derivar en violencia psicológica y violencia física. Este tipo de violencia es también aquello que molesta a las mujeres y que chirria en muchos casos (un comentario machista, por ejemplo), pero que como todavía no se han desarrollado desde la teoria feminista mecanismos, tanto teóricos como prácticos, que enseñen a las mujeres como identificar esa violencia , es muy difícil combatirla, por eso es muy importante el hecho de hablar sobre estos temas mas escondidos. “Lo que no se nombra no existe, y lo que no existe, no se puede combatir, y aunque resulte invisible, si resulta tangible”, afirmó rotundamente Eugenia en su ponencia en las Jornadas Complutense. En varios amagos de alzar la voz, las mujeres han recibido quejas de hombres incluso adjetivos descalificativos como”sois unas exageradas” o “feminazis”, y precisamente por eso, esta violencia se concibe por muchas feministas como la base sobre la que se construye el resto de violencias machistas.
Redes Sociales y mansplaining
Desde el estreno de la segunda temporada de “La Isla de las Tentaciones”, varios perfiles de Instagram han escrito sobre cómo las relaciones expuestas en el programa son el espejo de las que hay en la sociedad, así como los roles existentes en cada una de esas relaciones son los mismo roles de género con los que convivimos a diario. Uno de los perfiles más notorios es Roy Galán, escritor canario y en parte, influencer, con un amplio y mayoritario público femenino.
Eugenia Tenenbaum, activista feminista e historiadora de arte con especialización en perspectiva de género, publicó un vídeo exponiendo la situación del mansplainning basándose en el caso de Roy Galán y sus textos. “Realmente he abierto un melón que hacía ya tiempo que se debería haber abierto”, apunta Eugenia. “Roy Galán no es aliado, simplemente se está favoreciendo del populismo para ganar seguidores. Si realmente le interesase destruir la opresión sobre las mujeres, él siendo hombre debería hablar sobre sus privilegios y cómo desecharlos”, reflexionaba Eugenia. En 2020 las mujeres no necesitan voz, lo que necesitan son espacios, y ahí es donde se sustenta el hecho de que el mansplainning sea un acto machista y no un acto de apoyo al colectivo feminista. Las teóricas feministas fueron las que extendieron el pensamiento que Roy Glan expone en sus posts, pero sin citación a las mismas. (Fuente de la imagen: Instagram).
“Extienden la voz de las mujeres sin las mujeres, algo así como el despotismo ilustrado: todo con el pueblo, pero sin el pueblo”
¿Cómo saben estos hombres que la realidad de las mujeres es esa? Por que una corriente de mujeres feministas que han teorizado y expresado desde su sujeto político (mujer), qué es ser mujer, qué pasa por ser mujer, y cómo ha sido ser mujer. Eugenia explicó de una manera fácil cual es realmente la manera en la que este tipo de hombres consiguen penetrar su discurso: “Los mainsplainners cogen todo ese aparato de pensamiento crítico y de expresión de una realidad concreta, se la apropian, la regurgitan y la escupen con esa babilla de decir que eres aliado, y solo están reproduciendo esas cadenas de los privilegios callando y quitando espacio a las mujeres”. Este mismo caso se puede aplicar a cualquier movimiento social como puede ser el movimiento anti racial o el movimiento de clases. Un blanco no puede explicar la realidad que viven las personas racializadas por que no es su realidad.
El discurso de que realmente lo importante es el mensaje, no quien los distribuye, no tiene sentido, por que sino no existiría la propiedad intelectual, ya que la cadena de ideación no ha sido algo espontáneo, sino fruto de casi 300 años (cuando se empezó a hablar de feminismo) y de una historia de opresión continua sobre las mujeres. Hombres como Roy Galán no solo hacen genial esa apropiación del discurso si no que “saben dónde hacerlo para que le aplaudan porque su público es femenino” por lo que realmente el mansplaining solo es un “aumento del ego de uno mismo”. La única manera de poder arreglar esto es ceder el espacio privilegiado a dar voz a una mujer.
“Si los máximos referentes de un movimiento social no son las personas oprimidas por las jerarquías de poder contra las que lucha ese movimiento social, no estamos cambiando absolutamente nada”
En esta imagen interactiva se encuentran varios ensayos, libros y varios más de mujeres feministas y teóricas feministas.
TERF
¿Existe una mujer auténtica? Aparte de que los hombres expliquen la respuesta a esto, a la pregunta principal que conduce este reportaje se le han añadido otras cuestiones e ideas, entre ellas: la mujer auténtica. El árbol del feminismo tiene varias ramas en las que analiza diferentes situaciones, las TERF es una de ellas, una rama “putrefacta” del feminismo. Estas personas tratan de excluir a las mujeres trans del colectivo porque consideran que para que una mujer sea mujer, debe de tener vagina. Este tema ha sido una de las claves en redes sociales junto al mansplaining para entender el fallo sistemático respecto al género.
Veneno
La veneno es una serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi para honrar la vida de Cristina Ortiz, actriz, modelo y mujer transexual. Durante los ocho capítulos de la serie se narra su vida, desde joven a adulta. En estos es común observar las vejaciones y discriminaciones que sufrió durante toda su vida. Sin embargo, a pesar de ser este caso uno de los más relevantes, cabe mencionar que estas situaciones siguen sucediendo día a día.
Daniela Santiago, actriz que da vida a La Veneno en la serie, afirma que haber interpretado a la icónica Cristina le ha servido para revivir la realidad que desgraciadamente sufren muchas mujeres transexuales. “Gracias a la serie hemos abierto camino a todas las personas que, como nosotras, luchan por su identidad y también hemos enseñado al mundo lo que de verdad valemos”, declara. Sin embargo, la también modelo admite que no ha sido fácil desempeñar su papel, pues nunca vivió todo lo que La Veneno aguantó. “A diferencia de ella, yo si he tenido una familia que, gracias a Dios, me ha apoyado siempre”. (Fuente de la imagen: El Periódico).
Cuatro años después de su muerte y tras la gran audiencia de la serie, el programa “Sálvame” decidió realizar un programa en su honor el pasado 9 de noviembre. Este homenaje fue muy criticado en redes sociales, asegurando que el programa sólo quiso lucrarse tras la gran audiencia de la serie. Una de las invitadas fue la hermana de Cristina. Trini se refirió a su difunta hermana en varias ocasiones en masculino y nombrando su antiguo nombre antes de empezar la transición, el de Joselito.
“Al Deluxe la traíamos por un acto de caridad porque nadie le hacía caso. Muchas veces no la encontrábamos por Chueca y huíamos de ella”, afirmó Jorge Javier Vázquez, presentador del programa. “Es que no puede ser un referente. Era una mujer muy poco generosa. Muy impredecible y que era muy complicada bandearla”, añadió.
La colaboradora Gema López no se quedó atrás y también quiso dar su opinión: “Se ha intentado forjar una leyenda sobre La Veneno que se aleja un poco de la realidad de lo que fue La Veneno”. “Veneno te decía hoy una cosa y cuatro meses después en otra entrevista te contaba lo contrario”, afirmó.
Por suerte, todavía son muchas las personas que siguen apoyando la lucha contra esta injusticia. Es por esto que se ha levantado una placa en honor a Cristina en el Parque del Oeste en Madrid, lugar donde La Veneno aseguró vivir los años más felices de su vida. (Fuente de la imagen: Dos Manzanas).
Tras la gran audiencia de la serie, han sido muchas las entrevistas que se han realizado. Una de las encargadas de representar a Cristina en la serie de joven, Jedet, ofreció una entrevista para el programa #EEEM (Este Es El Mood) de Amarna Miller en Badoo. En ella habló sobre su vida personal y también de las TERF tras el revuelo por su nominación al Premio Ondas a mejor interpretación femenina. Esto creó una gran polémica y fueron muchas las personas que manifestaron su desacuerdo. Una de ellas
fue Paula Fraga, feminista con más de 18.000 seguidores en la plataforma Twitter: “Este premio es una ofensa a todas las mujeres, especialmente a las feministas que dedicaron su vida, dejando incluso su libertad por el camino, para que hoy las mujeres tengamos presencia social y política, para que nunca más fuéramos "la otredad", ciudadanas de segunda”. Jedet respondió así en la entrevista: “No te puedes llamar feminista si nos dejas fuera a las trans. Deberíamos dejar de utilizar ese término, hay que buscarle otro nombre”.
J.K Rowling. escritora, productora de cine y guionista, en su blog personal desprestigió a todo el colectivo trans y defendió que este colectivo no debería incluirse en el feminismo. Al igual que Rowling, muchos grupos feministas apoyan el rechazo y su exclusión, y no aceptan que estas personas puedan sentirse libres de expresar su condición, por lo que el colectivo feminista la lincho definiéndola como TERF.
En la sociedad actual, aunque es cierto que las nuevas generaciones son más tolerantes, queda mucho camino por recorrer y los problemas que sufren las personas trans para tener los mismos derechos son palpables. (Fuente de la imagen: Grupo Aristeo)
Personajes públicos y transfobia interiorizada
"La palabra correcta para definir cómo nos sentimos es incomprensión"
Celia, declarada transexual desde los 8 años, lamenta la ignorancia que existe desde varios sectores de la sociedad: “La gente piensa que siempre puede tener una opinión formada sobre todo, pero la realidad es que si no lo vives en primera persona no puedes tener una opinión real al respecto.”
Por otra parte, también muestra repudio a la hora de explicar la forma en la que se ha visualizado la transexualidad: “Creo que en este país durante muchos años la visibilidad que se ha dado a la transexualidad era como si fuésemos “fenómenos de circo” y que nos encanta prostituirnos”.
Los grupos feministas luchan por la igualdad y, a través de manifestaciones, reivindican sus derechos, pero en este caso, ¿no nos encontramos en una situación contradictoria?. Algunos de estos grupos más radicales, a través del término TERF, no admiten que una chica transexual participe en la lucha feminista y por lo tanto se está excluyendo a que una mujer pueda reclamar por sus derechos. Por ello, Celia no quiere formar parte de un sector que no busca la integración como objetivo principal: “Nos hemos olvidado de que ante todo somos seres humanos”. “Por mi parte se pueden quedar tranquilas, porque no quiero formar parte de un sector que no me quiere en él”.
Debido a la falta de cultura, educación y de civismo de varios sectores de la sociedad, encontramos casos como el de Eva, una joven apaleada en Barcelona debido a su condición ‘trans’. Nerea, una persona segura de sí misma, admite que ha sentido vergüenza ajena del tipo de sociedad en la que nos encontramos aunque también reconoce que se ha avanzado respecto a años anteriores.
Nerea García recalca que independientemente de la condición sexual, debe primar las habilidades o capacidades de cada persona. El colectivo TERF ha creado bandos extremistas que luchan por destruir a otro que piensa igual con un género distinto. Por ello, reivindica la igualdad para hacer frente a este colectivo: “No necesito que nadie me diga qué intenciones tienen los grupos feministas, con convincentes definiciones. La lucha por la igualdad de condiciones, es por la única que deberíamos luchar y en esa definición no se discrimina a nadie sea cual sea su género”.
Marta Ferrer, feminista a favor de la inclusividad de las mujeres trans en el colectivo feminista, lamenta que parte del colectivo excluya a las mujeres trans por el hecho de haber nacido biológicamente hombre. “Las mujeres no somos mujeres por tener la regla, no somos mujeres solo por parir, ni solo somos mujeres por quedarnos embarazadas”, añade Marta. Para todos aquellos que excluyen a este colectivo recomienda cuestionarse siempre su discurso y que investigue, que hable con personas trans (si es en persona mejor porque somos menos crueles cuando tenemos delante a la persona), que pregunte desde el respeto y la prudencia.
¿Qué es ser mujer? Esta es una pregunta que sólo las mujeres pueden responder. La mujeres altas, bajas, afrodescendientes, blancas, cis, trans… en efecto, cualquier persona que se identifique como mujer es mujer, y nadie debe ponerlo en duda.